Sabor es la palabra en español para sabor. Cualquiera que haya crecido cerca de culturas hispanohablantes conocerá esta palabra, ya que está presente en todos los alimentos y restaurantes del mundo. Probablemente no sea tan conocida por los peatones del casco antiguo de Tallin, pero pronto lo será. Una pareja colombiana está abriendo una cafetería en la calle Vene. Cuando abra sus puertas a finales de este mes, sabor to be savored. Mucho sabor .
The name of the cafe is Sabor Molekular Latin Food and Coffee. Es una creación de Diana Katherim Mejía Lozano y su esposo Mario Alejandro Ruiz González, emprendedores que llegaron a Estonia para establecer una presencia europea para su creciente negocio de café.
«Así como una molécula es la unión de átomos iguales o diferentes, mi esposo y yo venimos de dos mundos diferentes», dice Diana. Mario es de Santander, un departamento del norte de Colombia conocido por su vibrante cultura cafetera. Diana viene de Bogotá, la bulliciosa capital del país latinoamericano. En Sabor Molekular, la pareja ha decidido fusionar sus culturas culinarias.
«Nos basamos en lo mejor de cada uno, con el objetivo de ofrecer a los clientes un producto tradicional transformado en una experiencia sensorial única», dice Diana.
Mario y Diana se conocieron en el distrito financiero de Bogotá. Hace varios años, mientras trabajaban en otros sectores, decidieron dedicarse al negocio del café. «Mi ciudad natal es conocida por su cultura cafetera», dice Mario. «Así que empezamos a venderlo. Es mi pasión», añade.
El dúo ha buscado incorporar los mejores sabores e ingredientes colombianos en sus productos de café, ofreciendo mezclas con canela, clavo y anís, además de crema de whisky.
También se han interesado en adoptar nuevas tecnologías y venden paquetes de cubos de café que se pueden preparar en casa. Venden cubos similares de tés de hierbas con frutos rojos y amarillos y extracto de caña, así como té chai. «Todos estos son sabores típicos de Colombia», comenta Diana.
Su interés por la tecnología también los ha llevado a adquirir una máquina que puede imprimir imágenes, como selfies, en capuchinos. En su cafetería del Casco Viejo, también ofrecerán Sé inspiración, en tinta comestible. Esto debería ayudarles a crear conciencia de marca en su nuevo mercado.Sé inspiración, en tinta comestible. Esto debería ayudarles a crear conciencia de marca en su nuevo mercado.
Pero ¿por qué una pareja de empresarios cafetaleros de Colombia elegirían Estonia?
Según Mario, buscaban expandirse al mercado europeo, ya que el mercado cafetero colombiano es concurrido y competitivo. Tras forjar algunas alianzas en Malta, les recomendaron considerar Estonia, ya que su programa de e-Residencia les permitiría abrir y operar un negocio europeo fácilmente. Tras conocer mejor el dinámico sector turístico de Tallin, les convenció la idea. Diana solicitó y obtuvo su e-Residencia. «Fue muy fácil», afirma.
Con su empresa establecida en estonio, pueden acceder al ecosistema de servicios digitales del país, facturar como una empresa europea y gestionar todos sus impuestos de forma sencilla y en línea.
También pudieron alquilar un espacio para Sabor Molekular en el casco histórico de Tallin.
«Los turistas de Estonia vienen aquí por su casco antiguo, por su historia», dice Diana. «Y por eso decidimos que teníamos que estar en el casco antiguo».

«Aquí tenemos más oportunidades de ser competitivos», añade Mario, señalando que Katariina Käik, un famoso pasaje, está a la vuelta de la esquina de su nueva cafetería. Además, es uno de los sitios del Casco Antiguo más populares entre los influencers latinoamericanos que están empezando a dar a conocer el casco antiguo a sus seguidores. En ese sentido, Sabor Molekular ve a su público no solo como estonios, sino también como turistas latinos que visitan Tallin en grupo durante los meses de verano.
Inside the cafe, Diana and Mario are working to give the interior a festive, Latin-inspired interior.
Diana y Mario están trabajando para darle al interior de la cafetería un aire festivo y de inspiración latina. «Queremos que parezca un jardín», dice Diana. «Debería haber rosas y otras flores».
Diana y Mario no tienen intención de trasladarse aquí a tiempo completo, sino de establecer la sucursal europea de su negocio en Estonia.
También esperan emplear, como ya lo han hecho en Colombia, a personas con discapacidad o con dificultades para encontrar trabajo. Con su equipo estonio, deberían estar listos para empezar, ya que abren sus puertas y ofrecen deliciosos cafés colombianos y sándwiches de pan plano. También pretenden impulsar el negocio de entregas a domicilio, llevando sus comidas y bebidas a quienes no tienen la oportunidad de visitar Sabor Molekular en persona
Si bien Estonia y Colombia pueden parecer mundos distintos, Mario enfatiza que las mezclas de café estonio son similares a las colombianas y que le interesa trabajar con los cafeteros locales. Diana ve a Sabor Molekular como un consulado no oficial de la cultura colombiana.
«Vemos esto como una oportunidad para ser un puente cultural entre Tallin y Colombia», dice Diana. «Queremos traer un poco de nuestros sabores, alegría y color aquí, y embarcarnos en proyectos gastronómicos que fomenten el turismo en Tallin», concluye.
